8º Etapa

Etapa 8

Schlanders (Italiza) – Laas (Italia)

30km

Imaginaos el ambiente, las cientos de personas que nos juntamos a las ocho de la mañana en Schlanders, estabamos a 30km de la gloria, y despues de una semana y 240km era un regalo.

Aunque practicamente todos los participantes estaban tocados, algunos incluso con lesiones, hoy el corazón podía más que la razón...

Pos nuestra parte, cada día con más problemas, la bajada radical del día anterior habia pasado factura, yo con los cuadriceps cargados, y Jorge con los pies.. bueno mejor hablemos de cosas agradables...

Nada importaba, hoy estaba claro, la estrategia.. acabar o morir...

Cinco minutos antes de comenzar un montón de fotos y videos con amigo que ya en Asturias iremos colgado. El ambiente era increible. Y para mejorarlo el cantante de Keep On Running nos cantó en directo la banda sonora oficial de la Transalpine run, con las pilas cargadas y el High way to Hell comenzamos nuestra última azaña.

Parecía que ibamos a correr un 10.000 más que 30km de montaña, la gente quería quemar sus últimos cartuchos, el día caluroso, y las pendientes comenzaron pronto..

Prácticamente la prueba era una dura subida y una larga bajada, más o menos la subida la llevamos bien, estabamos frescos, los pies de Jorge aguantaban y yo con la euforia me encontraba mejor que el primer día.

Tras hacer cumbre una bajada de la que nos gustaba, pero las piernas no estaban tan frescas como ayer, incluso asi comenzamos a adelantar a gente, llegamos al último avituallamiento con mucho margen de tiempo, quedan 14km, el problema... cambiamos de terreno.

Un camino forestal, mas parecido al asfalto que al monte, con mucha pendiente, y teniendo en cuenta que Jorge tuvo que pincharse la uña del pie para sacar la sangre aculada apenas hacia unas horas, pues se nos venía una buena encima.

Por mi parte, con tantas ganas me vi que hice la subida sin usar bastones, y a la hora de bajar los cuadriceps se resentían...

Tan cerca pero tan lejos, los kilómetros eran interminables, seguiamos un paso lento, mientras veíamos como perdíamos posiciones con la gente que previamente habíamos adelantado, pero

el objetivo era claro, no podiamos fallar.

Por fin el cartel de cinco kilómetros para meta, justo antes la organización nos puso un avituallamiento líquido que no lo marcaban los planos, tomamos un trago de cocacola para recuperar azucares y continuamos el sendero, una especie de paseo estrecho con vistas a los increibles campos de manzanos de la zona.

Nuestras zancadas se acortaban cada vez más, la cara de mi compañero lo decía todo, no lo etaba pasando bien, intentaba animar como podía para que no parara, para que pasaran los kilómetros, pero era inutil el dolor seguia, como dije en su momento ojala hubiera estado más repartido los problemas físicos en este equipo, pero las cosas no son siempre como esperamos y más en una prueba de tantos días...

Tres km para meta, una familia española nos animaba, decidimos cambiarnos las camisetas, usamos las oficiales de nuestro equipo, que aunque eran de algodón y el sol apretaba, era lo de menos, solo quedan tres...

Con la bandera de asturias en nuestra mano seguimos por los campos de manzanos por una zona asfaltada, demasiado duro para nuestras articulaciones...

 

Dos km, estaba hecho, no pensar en las piernas, esa era la estrategia, restar mentalmente cada paso que nos quedaba por dar para cruzar la meta.

Un kilómetro, ahora si, despues de 272km solo quedaba uno, por nuestras cabezas pasaban miles de cosas, aquel dia de Osfort que bajamos del autobus y regimos el dorsal, solo una semana hacia de eso y ya parecían años...

El viaje a los dolomitas, el concurso de Facebook donde había comenzado todo, era increible, en un mes nuestras vidas habia cambiado.

Pensabamos en todos aquellos que comenzaron esta aventura, algunos conocidos nuestros, y no pudieron terminar, mucho mas preparados que nosotros, más fuertes, pero es lo que tiene la TAR, son tantas cosas las que influyen en el resultado final que a veces es más la fuerte que acaba ni el que más lo prepara.

Sin darnos cuenta ahi estabamos, 200m, cogimos cada uno un extremo de nuestra bandera que a tantas locuras nos ha acompañado, el speker anuncia nuestra llegada...

RAFAEL PERALTA Y JORGE IRAZABAL, TEAM ASTUR........FINISHERRRRRRRRR!!!!!!

 

Un abrazo inolvidable que decía más que mil palabras, las gafas de sol ocultaban nuestros mojados ojos emocionados por el momento... lo habíamos conseguido.

Demostrando así que los sueños por muy grandes que sean, por muy dificil que puedan parecer, hay algo en nuestro interior que en los momentos de debilidad nos da la fuerza que nuestro cuerpo ya no tiene.

No somos grandes atletas ni montañeros, somos deportistas populares de montón que supimos estar en el momento adecuado en el sitio oportuno, un golpe de suerte que nos llevo a vivir la experiencia deportiva más grande hasta el momento de nuestras vidas...

Porque solo es capaz de realizar los sueños, aquel que cuando llega el momento, sabe estar despierto....

Muchas gracias a todos por vuestros apoyos, ya en España continuaremos con alguna sorpresilla para aquellos que nos habeis apoyado...

Ahora a comprobar si es verdad que la fiesta de finisher de la TAR es para tanto como dicen...

Gracias, y... Nunca dejeis de soñar...